Al leer “La aventura de ser maestro”, comprendí que gran parte de ésta, narraba acciones y situaciones que, dentro de mis labores o tarea docente, había vivido y seguía viviendo. Tal es el caso del miedo, la tensión, el ensayo error, la disciplina, la identidad profesional, el impartir materias que no son propiamente de mi especialidad o perfil académico, el sentido de la humildad, el explicar la temática, la aclaración de dudas, la búsqueda de materiales, acciones y actividades enfocadas hacia los alumnos, el ser un buen interlocutor, los contenidos temáticos a desarrollar, los limites tanto de los alumnos como de los maestros, el nivel académico de los alumnos, la capacitación y actualización docente y los sentimientos o el sentir como maestros, son solo algunos de los aspectos que he relacionado con mi labor docente. Aún cuando todos estos aspectos los seguiré viviendo a diario, no generan malestar, al contrario es mi ocupación diaria, dónde al realizarla se muestra la alegría de mi vocación y misión docente; sin embargo lo que si preocupa es la devaluación que hoy vive la docencia y que también se percibe en la lectura de Esteve. El expresar esta preocupación, es debido a que considero que los alumnos son los mas afectados; sin embargo me gusta la forma de Esteve “Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir” para combatir esta problemática, pues considero que cuando valoramos a las personas en toda su extensión y capacidad, las aceptamos como son, nos aceptamos como somos, nace el respeto, el orden, el compromiso, etc., etc. y con ello el entusiasmo y dedicación de los alumnos (es aquí donde el sedal se suelta) y como consecuencia la labor docente crecerá, se estará en la posibilidad de abrir horizontes se romperán las barreras y seremos, en todo su esplendor esa luz que guiará a los alumnos a desarrollar su proceso de enseñanza-aprendizaje y a la construcción de su conocimiento y con ello la revaloración de la docencia, la cual es otra tarea que como maestros tenemos.
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Hola:
ResponderEliminarQue acertado comentario referente al malestar docente, ya que estamos inmersos en medio de un proceso en donde la actividad educativa se subvalúa y se considera como una actividad que cualquiera puede desarrollar; cuando en la práctica observamos que quienes tenemos la fortuna de contar con la vocación de la docencia seguimos vigentes y adaptándonos al entorno.
Pero la mejor retribución que podemos tener es la satisfacción de ver convertidos a nuestros estudiantes en verdaderos profesionistas en un futuro y que al vernos por el andar de esta vida te identifiquen y agradezcan esa participación que tuvimos en su formación.
hola
ResponderEliminarestoy de acuerdo en que el mayor aprendizaje y satisfacion es ver a nuestros alumnos ya como profesionistas que te encuentras enla calle y te reconocen y saludan con afecto es entoces cuando sabes que valio la pena.